domingo, 23 de marzo de 2014

La historia de Knut, el oso más popular






Knut nació en el zoo de Berlín el día 5 de Diciembre del 2006. Era hijo de la osa Tosca de 20 años de edad, y del oso Lars de 13 años. Se desconocen las razones por las que Tosca rechazó tanto a él como a su hermano. Los abandonó en una roca en el recinto de los osos polares. Los oseznos fueron rescatados por los empleados del zoo, utilizando para ello una red de pesca. El hermano de Knut falleció a los pocos días víctima de una infección.
Knut era poco más grande que un conejillo de indias y tuvo que pasar 44 días en una incubadora. Tras esto se hizo cargo de su cuidado Thomas Dörflein, encargado del zoo. El cuidado del pequeño le ocupaba las 24 horas, hasta llegando incluso a dormir en un colchón al lado del camastro de Knut. Jugó con él, lo bañó, y lo alimentó diariamente hasta que el osezno cumplió los cuatro meses. La dieta de Knut era una botella de leche cada 2 horas. Luego ésta pasó a ser de unas gachas de avena, mezcladas con comida para gatos, vitaminas, y hígado de bacalao. Desgraciadamente Thomas, y digo desgraciadamente aunque no lo conociese, porque cualquier persona que quiera a los animales y se preocupe por ellos me merece todos mis respetos, falleció en el 2008 de un infarto.   




En el 2007 se publicaron unas declaraciones muy polémicas sobre la conveniencia o no, de haber dejado al osezno morir, por parte de activista de los derechos de los animales y organizaciones. Uno de ellos llamado Frank Albrecht, dijo que Knut debería haber sido sacrificado antes que permitir que fuese humillado al ser cuidado como “mascota” o como un “animal doméstico”. Algo parecido a lo que expuso el director del zoo de Aquisgrán Wolfram Graf-Rudolf al decir que los encargados del zoo deberían haber tenido el valor de dejar morir al osezno, porque para él, Knut moriría cada día un poco al ser separado de su hábitat. También algunas organizaciones animalista argumentaban que la madre sabía por qué los dejaba morir, y que mantenerlos encerrados en un zoo era ya antinatural como para no respetar la decisión de la osa.
Antes las masivas protestas en pos de salvarle la vida a Knut, el zoo de Berlín tomó la decisión de mantenerlo con vida, comprometiéndose a cuidarlo como era debido.

Knut fue exhibido por primera vez en público el 27 de Marzo del 2007. Muchos periodistas acudieron al zoo de Berlín para realizar un reportaje de este evento. El día fue bautizado como “Día de Knut”. El pequeño osezno blanco se convirtió en foco de atención de los medios de comunicación de todo el mundo. Estalló la “Knutmanía”
Durante su primer año de vida, muchos fueron los rumores sobre su estado de salud, dándole un importancia excesiva y fuera de lugar a pequeñas molestias que cualquier osezno podía tener en edad de crecimiento. Otro hecho bastante comentado y completamente repudiable fue cuando al zoo llegó una carta anónima que amenazaba la vida de Knut, y que textualmente rezaba "Knut ist tot! Donnerstag Mittag" ("¡Knut está muerto! El jueves al mediodía."). La policía tuvo que extremar la vigilancia tanto de los alrededores del zoo, como de donde estaba Knot. Por fortuna este hecho nunca ocurrió.


Conforme fue creciendo, a vista de algunos, Knut estaba perdiendo esa belleza que tenía de pequeño, pero las visitas no disminuyeron. Lo que si disminuyó hasta desaparecer fueron las dos exhibiciones, según fuente del zoo para preservar la seguridad del encargado del oso, y además porque éste tenía que empezar a convivir y relacionarse con individuos de su misma especie, y no con personas. Knut pasó a vivir en el mismo recinto con el oso malayo Ernst y su madre, aunque con el tiempo se trasladó a Knut a su propio recinto.
Aunque aún podía ser considerado pequeño, Knut al año ya pesaba 130 kg y se tuvieron que
instalar unas placas de cristal de un grosor considerable entre él y los visitantes.
Tras tanto tiempo de popularidad, los responsables del zoo intentaron que está fuese a menos por el bien de Knut, querían protegerlo, no era saludable para él “su adicción al espectáculo, o la fascinación que expresaba por los seres humanos”



 

Parece un cuento, pero Knut no vio con muy buenos ojos esta separación a la que le habían obligado y se volvió un oso irascible, y su comportamiento se tornó bruscamente agresivo. Según uno de sus cuidadores en el 2008, Markus Robke, Knut se había vuelto “adicto a su propia fama”, y lo hacía constar con un furibundo rugido cada vez que notaba que para cualquier visitante, él no era el centro de atención, además de intentar atacar a algunos cuidadores del zoo.

Knut falleció el día 18 de Marzo del 2011, víctima de daños cerebrales como consecuencia de una infección viral no detectada. Knut murió ahogado al caer a la piscina tras el infarto cerebral






 Imágenes extraídas del vídeo original

Mi opinión personal sobre esta historia, es que sobreentendiendo que todos los animales deberían estar en libertad en sus hábitat naturales, y que estoy completamente en contra de su cautiverio como objetos de exposición y ocio nuestro. Ya que no esto no es así, creo que yo tampoco hubiese dejado morir a Knut tras rechazarlo la madre. No sé por qué lo haría, pero dudo mucho que fuese porque la osa sabía que sus crías debían de morir. No estamos en las mentes de los animales como para saber cierto tipo de cosas, con suponerlas tenemos bastante, y eso irremediablemente nos lleva al error. Si veis el enlace a un vídeo que dejo al final del post comprenderéis porqué yo no hubiese podido dejarlo morir. Él no tenía ninguna culpa de nacer donde lo hizo, y tampoco hubiese sido justo ni dejarlo morir, y mucho menos sacrificarlo después como a veces se hace con algunos animales. Ignoro si en lo poco que vivió tuvo algunos momentos de felicidad que, de haberlo dejado morir, no hubiese podido disfrutar, pero al ser tan popular, creo que se le debió cuidar bien el tiempo que lo tuvimos entres nosotros, y que por lo menos tuvo el cariño de ese cuidador que estuvo con él en sus primeros meses de vida y con el que jugaba, además de todas esa gente que lo cuidó después, que fue a visitarlo, y tuvo la fortuna de poderlo ver.
Si fue víctima de su adicción a la popularidad como se dice… pues no lo sé…ignoro hasta qué punto un oso puede ser consciente de estas cosas. Ni sé cómo se sentía, ni lo que pensaba, pero sí que sé,  que como ocurre en la mayoría de las ocasiones, los animales siempre son los que salen perdiendo cuando en su camino se cruza el ser humano.




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