Nunca
pude imaginarme que alguna vez tendría a una chinchilla como mascota.
De hecho, es que aunque alguna vez sí que había oído nombrarlas, no
tenia ni idea de cómo eran, pero casualidades de la vida, ahora tengo a
Thor.
Thor es una
chinchilla lanigera. Lo primero que me sorprendió cuando la compré fue
la extremada suavidad de su espeso pelaje. No creo que nada se le pueda
comparar. Lo segundo fue cuando la solté en casa y me las vi y deseé
para poder cogerla. No había manera. Son extremadamente escurridizas.
Ahora pasaré a comentar algunas características generales:
Las
chinchillas son roedores, y como tales, roen, así que mucho cuidado con
lo que ponemos a su alcance si en alguna estima lo tenemos. Son
animales muy peculiares y hay que tomar algunas precauciones en cuanto a
su cuidado. Nunca se las debe mojar (como los gremlins), ni bañarlas en
agua. Esto es muy peligroso para ellas porque tardarían una eternidad
en secarse debido a lo denso de su pelaje, y correrían el riesgo de
tener humedad, y desarrollar hongos o enfermedades como resfriados o
neumonías, mortales en muchos casos. Para su aseo venden como una
especie de arena llamada "marmolina" donde ellas solas se revuelcan para
mantener su pelo en perfecto estado y limpiarse de la grasa que
pudieran adquirir, resultando un espectáculo digno de ver. Es
divertidísimo verlas bañarse. La frecuencia de estos baños dependerán
del grado de humedad en la que habiten, pero por mi experiencia personal
después de dos años y medio con Thor, es que tres veces por semana con
una duración de aproximadamente diez minutos está bien. Luego se le
retirará la arena para que no la utilicen para "otros menesteres".
Hay
que tener especial cuidado en no tenerlas en lugares donde haya
temperaturas excesivas ya que son muy proclives a los golpes de calor
debido a su denso pelaje y que sólo eliminan a través de las orejas y
las patas delanteras. En muchos casos estos golpes de calor pueden
llegan a ser mortales. Son animales de vida nocturna, por lo que por el
día permanecen casi completamente inactivas durmiendo. Su visión diurna
es muy limitada, al contrario que la nocturna que la tienen muy
desarrollada.
Tienen la
habilidad que para escapar de sus depredadores sueltan grandes mechones
de pelo de donde son agarradas. No es raro que esto ocurra cuando están
asustadas y se las coge.
Su
alimentación esencial pasa casi exclusivamente por el heno (que siempre
debe estar a su disposición) y los pellet, tres o cuatro cucharadas por
día, aunque yo cuando le falta, le lleno el recipiente y ella ya se
sirve cuando la apetece.
No
necesitan grandes cuidados, sólo los básicos. La jaula limpia. El agua
limpia y poco más. Sobre la jaula, he de decir que considerando que son
animales que suelen dar grandes saltos, ésta debería tener por lo menos
un par de alturas aparte de lo que es el suelo. La chinchillas pasan
mucho tiempo en ella, y ya que hemos querido tenerla, qué menos que esté
lo más confortable posible.
Es poco habitual que tengan parásitos externos debido debido a la densidad de su pelaje. Son animales que no desprenden ningún olor. Un aviso importante y que hay que tener en cuenta para que no nos coja desprevenidos, es que debido a su aparato digestivo, el tiempo que no están durmiendo, lo utilizan para comer casi constantemente, lo que acarrea que sean auténticas fábricas ambulantes de defecar, aunque sus defecaciones son pequeñas, duras y no huelen.
Es muy importante darles sus momentos de correrías. No son animales de estar siempre encerrados, vamos, que nunca deberían estarlo y vivir libres en su lugar de procedencia, pero ya que esto por desgracia no puede ser así, démosles sus momentos de "jolgorio". Lo pasaremos genial viéndolas dar carreras y saltos. En mi caso lo saco "de paseo" todos los días, de media hora a tres cuartos, no olvidando de quitar del lugar cualquier cosa que no queremos que mordisqueen o destrocen. Ellas son roedores y por necesidad para mantener sus dientes en óptimo estado, hacen lo que saben, roer. No estaría de más proporcionarle algo de madera "sin tratar" para favorecer el desgaste de estos.
No caigamos en el gran error de si le miramos los incisivos, pensar que si están amarillos es que algo no va bien, todo lo contrario porque ese es su color natural. Sí que algo ocurriría si estos estuviesen blancos.
Por mi experiencia sí que aconsejaría que quien piense que son como gatitos o perritos que vienen cuando los llamamos y nos hacen carantoñas, que no adquiera a una chinchilla, porque estos animales no son así. Cierto es que a su manera pueden mostrarnos algo de afecto, o a veces quizás mucho afecto, pero recordemos que siempre será a su manera y no a la que nosotros estamos acostrumbrados. Esto también dependerá del carácter de cada ejemplar y de lo más o menos asustadizos que sean.
Es poco habitual que tengan parásitos externos debido debido a la densidad de su pelaje. Son animales que no desprenden ningún olor. Un aviso importante y que hay que tener en cuenta para que no nos coja desprevenidos, es que debido a su aparato digestivo, el tiempo que no están durmiendo, lo utilizan para comer casi constantemente, lo que acarrea que sean auténticas fábricas ambulantes de defecar, aunque sus defecaciones son pequeñas, duras y no huelen.
Es muy importante darles sus momentos de correrías. No son animales de estar siempre encerrados, vamos, que nunca deberían estarlo y vivir libres en su lugar de procedencia, pero ya que esto por desgracia no puede ser así, démosles sus momentos de "jolgorio". Lo pasaremos genial viéndolas dar carreras y saltos. En mi caso lo saco "de paseo" todos los días, de media hora a tres cuartos, no olvidando de quitar del lugar cualquier cosa que no queremos que mordisqueen o destrocen. Ellas son roedores y por necesidad para mantener sus dientes en óptimo estado, hacen lo que saben, roer. No estaría de más proporcionarle algo de madera "sin tratar" para favorecer el desgaste de estos.
No caigamos en el gran error de si le miramos los incisivos, pensar que si están amarillos es que algo no va bien, todo lo contrario porque ese es su color natural. Sí que algo ocurriría si estos estuviesen blancos.
Por mi experiencia sí que aconsejaría que quien piense que son como gatitos o perritos que vienen cuando los llamamos y nos hacen carantoñas, que no adquiera a una chinchilla, porque estos animales no son así. Cierto es que a su manera pueden mostrarnos algo de afecto, o a veces quizás mucho afecto, pero recordemos que siempre será a su manera y no a la que nosotros estamos acostrumbrados. Esto también dependerá del carácter de cada ejemplar y de lo más o menos asustadizos que sean.
Y
para finalizar, sólo comentar que desgraciadamente apenas quedan ya
chinchillas en libertad. Han sido cazadas hasta la extenuación para la
industria peletera. Han hecho verdaderas barbaridades con ellas solo
dignas de nosotros, los seres humanos, y como no, de la industría
peletera que arrasa con todo lo que encuentra. Sirva como dato, que para
hacer un abrigo hay que matar a doscientos de estos simpáticos
animales. Se dice pronto...
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