Knut nació en el zoo de Berlín el
día 5 de Diciembre del 2006. Era hijo de la osa Tosca de 20 años de edad, y del
oso Lars de 13 años. Se desconocen las razones por las que Tosca rechazó tanto
a él como a su hermano. Los abandonó en una roca en el recinto de los osos
polares. Los oseznos fueron rescatados por los empleados del zoo, utilizando
para ello una red de pesca. El hermano de Knut falleció a los pocos días
víctima de una infección.
Knut era poco más grande que un
conejillo de indias y tuvo que pasar 44 días en una incubadora. Tras esto se
hizo cargo de su cuidado Thomas Dörflein, encargado del zoo. El cuidado del
pequeño le ocupaba las 24 horas, hasta llegando incluso a dormir en un colchón
al lado del camastro de Knut. Jugó con él, lo bañó, y lo alimentó diariamente
hasta que el osezno cumplió los cuatro meses. La dieta de Knut era una botella
de leche cada 2 horas. Luego ésta pasó a ser de unas gachas de avena, mezcladas
con comida para gatos, vitaminas, y hígado de bacalao. Desgraciadamente Thomas,
y digo desgraciadamente aunque no lo conociese, porque cualquier persona que
quiera a los animales y se preocupe por ellos me merece todos mis respetos,
falleció en el 2008 de un infarto.
En el 2007 se publicaron unas
declaraciones muy polémicas sobre la conveniencia o no, de haber dejado al
osezno morir, por parte de activista de los derechos de los animales y
organizaciones. Uno de ellos llamado Frank Albrecht, dijo que Knut debería
haber sido sacrificado antes que permitir que fuese humillado al ser cuidado
como “mascota” o como un “animal doméstico”. Algo parecido a lo que expuso el
director del zoo de Aquisgrán Wolfram Graf-Rudolf al decir que los encargados
del zoo deberían haber tenido el valor de dejar morir al osezno, porque para
él, Knut moriría cada día un poco al ser separado de su hábitat. También
algunas organizaciones animalista argumentaban que la madre sabía por qué los
dejaba morir, y que mantenerlos encerrados en un zoo era ya antinatural como
para no respetar la decisión de la osa.
Antes las masivas protestas en
pos de salvarle la vida a Knut, el zoo de Berlín tomó la decisión de mantenerlo
con vida, comprometiéndose a cuidarlo como era debido.
Knut fue exhibido por primera vez
en público el 27 de Marzo del 2007. Muchos periodistas acudieron al zoo de
Berlín para realizar un reportaje de este evento. El día fue bautizado como “Día
de Knut”. El pequeño osezno blanco se convirtió en foco de atención de los
medios de comunicación de todo el mundo. Estalló la “Knutmanía”
Durante su primer año de vida,
muchos fueron los rumores sobre su estado de salud, dándole un importancia
excesiva y fuera de lugar a pequeñas molestias que cualquier osezno podía tener
en edad de crecimiento. Otro hecho bastante comentado y completamente
repudiable fue cuando al zoo llegó una carta anónima que amenazaba la vida de
Knut, y que textualmente rezaba "Knut ist tot! Donnerstag Mittag"
("¡Knut está muerto! El jueves al mediodía."). La policía tuvo que
extremar la vigilancia tanto de los alrededores del zoo, como de donde estaba
Knot. Por fortuna este hecho nunca ocurrió.
Conforme fue creciendo, a vista
de algunos, Knut estaba perdiendo esa belleza que tenía de pequeño, pero las
visitas no disminuyeron. Lo que si disminuyó hasta desaparecer fueron las dos exhibiciones,
según fuente del zoo para preservar la seguridad del encargado del oso, y
además porque éste tenía que empezar a convivir y relacionarse con individuos
de su misma especie, y no con personas. Knut pasó a vivir en el mismo recinto
con el oso malayo Ernst y su madre, aunque con el tiempo se trasladó a Knut a
su propio recinto.
Aunque aún podía ser considerado
pequeño, Knut al año ya pesaba 130 kg y se tuvieron que
instalar unas placas de cristal de un grosor considerable entre él y los visitantes.
instalar unas placas de cristal de un grosor considerable entre él y los visitantes.
Tras tanto tiempo de popularidad,
los responsables del zoo intentaron que está fuese a menos por el bien de Knut,
querían protegerlo, no era saludable para él “su adicción al espectáculo, o la
fascinación que expresaba por los seres humanos”
Parece un cuento, pero Knut no
vio con muy buenos ojos esta separación a la que le habían obligado y se volvió
un oso irascible, y su comportamiento se tornó bruscamente agresivo. Según uno
de sus cuidadores en el 2008, Markus Robke, Knut se había vuelto “adicto a su
propia fama”, y lo hacía constar con un furibundo rugido cada vez que notaba
que para cualquier visitante, él no era el centro de atención, además de
intentar atacar a algunos cuidadores del zoo.
Knut falleció el día 18 de Marzo
del 2011, víctima de daños cerebrales como consecuencia de una infección viral
no detectada. Knut murió ahogado al caer a la piscina tras el infarto cerebral
Imágenes extraídas
del vídeo original
Mi opinión personal sobre esta
historia, es que sobreentendiendo que todos los animales deberían estar en
libertad en sus hábitat naturales, y que estoy completamente en contra de su
cautiverio como objetos de exposición y ocio nuestro. Ya que no esto no es así,
creo que yo tampoco hubiese dejado morir a Knut tras rechazarlo la madre. No sé
por qué lo haría, pero dudo mucho que fuese porque la osa sabía que sus crías debían
de morir. No estamos en las mentes de los animales como para saber cierto tipo
de cosas, con suponerlas tenemos bastante, y eso irremediablemente nos lleva al
error. Si veis el enlace a un vídeo que dejo al final del post comprenderéis
porqué yo no hubiese podido dejarlo morir. Él no tenía ninguna culpa de nacer
donde lo hizo, y tampoco hubiese sido justo ni dejarlo morir, y mucho menos
sacrificarlo después como a veces se hace con algunos animales. Ignoro si en lo
poco que vivió tuvo algunos momentos de felicidad que, de haberlo dejado morir,
no hubiese podido disfrutar, pero al ser tan popular, creo que se le debió
cuidar bien el tiempo que lo tuvimos entres nosotros, y que por lo menos tuvo
el cariño de ese cuidador que estuvo con él en sus primeros meses de vida y con
el que jugaba, además de todas esa gente que lo cuidó después, que fue a
visitarlo, y tuvo la fortuna de poderlo ver.
Si fue víctima de su adicción a
la popularidad como se dice… pues no lo sé…ignoro hasta qué punto un oso puede
ser consciente de estas cosas. Ni sé cómo se sentía, ni lo que pensaba, pero sí
que sé, que como ocurre en la mayoría de
las ocasiones, los animales siempre son los que salen perdiendo cuando en su
camino se cruza el ser humano.
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