jueves, 17 de abril de 2014

La tigresa Bindi (Safari Aitana)





Por estas fechas más o menos de hace tres años, en concreto en el 2011, paseando por el dacktari del safari Aitana, me encontré de golpe y porrazo con el animal que os muestro en la primera foto. ¡No podía creérmelo! ¡Era un tigre! ¡El animal que siempre he admirado por su belleza y su fuerza lo tenía a mis pies. Era una cachorrilla de apenas un mes. Se llamaba Bindi, y desde ese momento me quedé prendado de ella. Le pregunté a la cuidadora del Dacktari, Chelo, que cómo era posible que me hubiese podido encontrar con algo así. Me comentó que era la única superviviente de una camada. Su madre,Soraya, parece ser que por ser primeriza no quería cuidarla, y los responsables del safari la estaban cuidando a base de biberones. Esta cuidadora fue de lo más amable, y me permitió, siempre bajo su supervisión, jugar un poco con ella. Fueron momentos que nunca olvidaré porque Bindi era el no va más de graciosa.





Este safari lo había visitado la primera vez en el 2008, y tras estar un buen rato jugando con Bindi, fuimos a ver al resto de animales. Como en la anterior ocasión todo aquello me pareció maravilloso. Lo pasé genial. Pero a partir del descubrimiento de Bindi, me dije a mí mismo que tenía que ser testigo de excepción de su "vida y milagros", y que no sería la última vez que la iba a ver. Como así ha ido ocurriendo.

La siguiente vez Bindi tenía dos meses y medio aprox, y nada más llegar al safari lo que hice, como no podía ser de otra manera, fue ir a verla. Se le notaba algo el mes y medio que había pasado, y ya no era tan bebé. Chelo, la cuidadora, en esta ocasión, y visto lo que me encantaba estar con mi tigresa preferida, propició que pudiese darle el biberón. Yo iba de sorpresa en sorpresa porque si ya era algo completamente inusual poder estar tan cerca de un cachorro de tigre, darle el biberón para mí era impensable. Bindi se encontraba en un recinto, en compañía de un mapache. ¡Había que verlos cómo jugaban!. Era pequeñá, y el mapache no le tenía ningún miedo, todo lo contrario, la provocaba, y hacía que Bindi a veces, le dejase bastante claro, que aunque era muy pequeña aún, era un tigre, y que ojito con ella.







No es menos cierto que Bindi era muy traviesa, y no dejaba de incordiar a todo ser viviente, llámense Llamas, o puercoespines. Ella era un tigre, y la "jefa" de todo aquello. Alguna reprimenda se llevaba, aunque parecía que tampoco es que le importase en exceso.





Con cada una de visitas, como no podía ser de otra manera, cada vez la veía más y más grande, y ya desgraciadamente me tenía que conformar sólo con verla a escasa distancia. Ya no podía tocarla ni estar en un contacto tan estrecho con ella porque aunque el animal jugando no quisiera, sí que podría hacer daño, pero bueno, yo seguía encandilado con ella. A continuación unas fotos de cómo Bindi iba creciendo.







Éstas son las últimas fotos de Bindi en el Dacktari. A partir de aquí, a Bindi la trasladaron a un recinto para compartir estancia con los tigres Nepal y Bhutan. Dos tigres acogidos por el Safari procedentes de un circo y que posiblemente la aceptarían, ya que en el recinto de los otros tigres donde están sus padres, Junior y Soraya, no podían porque seguramente su vida iba a estar en serio peligro. Como se pensaba...Bindi sí que fue aceptada por estos tigres tras un pequeño periodo de aclimatación. 

Tras unos cuantos meses volví, y qué poco quedaba ya de aquel cachorrillo que conocí. Para mí fue impresionante ver el cambio que había dado.



 Aunque parezca otra cosa, en esta foto Bindi está bostezando

Y bueno, que el tiempo ha ido pasando, y Bindi no para de crecer. Según sus cuidadores, sigue siendo igual de juguetona y cariñosa que siempre. Yo también lo noto cuando la veo, pero claro, ya es un tigre adulto, y aunque cuando ve gente que parece conocer, Bindi se restrega contra la alambrada quizás solicitando algun tipo de caricia...ya eso es impensable porque ahora sí que verdaderamente puede hacer mucho daño aunque el animal no quiera.

Cómo colofón a este post, comentar que el Safari Aitana actualizó su página web, y en ella ví que se podían apadrinar algunos animales. No podía dejar pasar la oportunidad de ser yo quien apadrinase a Bindi, "mi tigresa preferida" que tan buenos momentos me ha hecho pasar. Solicité a la jefatura del zoo poder apadrinar a Bindi en concreto, y aceptaron, siendo conocedores de mi gran afecto por este animal, con lo cual y a día de hoy, oficialmente Bindi ha pasado a ser la parte "mas salvaje" de mi familia.

Os dejo algunas fotos más, hasta el martes pasado que fue la última vez que la vi 15-04-2014. Bindi tiene tres años.






Vídeo de los dos primeros años de Bindi


Poesía - Naturaleza muerta


La naturaleza detuvo su paso ante mí,
precedida de una tormentosa noche en un día cualquiera,
en silencio permaneció mirando a mis ojos,
quizás buscaba encontrar respuestas.

Por qué me estáis tratando así...
su lánguida voz retumbó en mis venas
¿Qué mal os he hecho yo?
Por qué habéis agotado mi paciencia...

No supe qué responderle,
miré a mi alrededor y poco le podía decir...
qué argumentar ante lo que estábamos viendo...
la naturaleza continuó hablándome así...

¡Ves!, mis prados ya no son verdes,
ni tampoco azul es ya mi cielo,
mi mar que fue todo un vergel de vida
hoy yace oscuro en un tétrico silencio.

Mis animales ya no son libres,
los que hoy todavía no han muerto...
...con miedo piden clemencia,
resignados elevan sus súplicas al cielo.

Ellos no pueden entender el por qué de tanta barbarie...
no saben por qué han de ser el blanco de vuestras flechas,
¿Por qué tanto odio sin sentido?
no comprenden de qué os sirve que ellos mueran.

¡¡¡Ellos no han hecho nada!!!,
¿Ellos qué mal os han hecho?
ellos no tiran bombas...
ellos no venden miedo...
ellos no matan en nombre de sus dioses,
ellos no...no hacen eso.

Desvalidos van pereciendo día tras día...
como trofeos de caza son clavados en una pared,
¡Qué triste! que lo que un día tuvo piel y vida,.
arrope los hombros desnudos de cualquier rica mujer.

En este mundo tan degradado
al débil no le dejan elegir,
por donde pisáis no vuelve a crecer la hierba,
nada hay que no os empeñéis en destruir.

En las casas ya no se ven gatos
con quienes los niños puedan jugar,
tampoco queda ya ningún perro
que a su amo de alegría ladraba cuando oía llegar.

Ya no quedan leones en la selva,
no se ven ballenas en el mar,
los delfines han muerto todos desangrados,
los pájaros dejaron ya de cantar..

Con su sangre habéis escrito vuestro futuro
porque ellos no han podido sobrevivir,
sólo son un efímero recuerdo
de otra forma de vida, que un día habitó aquí.

Lo teníais todo y ya no queda nada,
y hoy las lágrimas de poco servirán,
porque ellos...que tanto os dieron,
ellos ya no volverán...


La naturaleza calló y continuó con su camino,
hacia un horizonte de muerte, destrucción, y dolor,
ante mí liberó toda su furia contenida.
cerré los ojos, abracé a mi perro, y todo aca.

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Poesía - Perro Callejro


Herido vas sangrando por la calle,
nadie se para a atenderte,
una piedra que alguien lanza,
encontró la diana en tu frente.


De la herida tu sangre brota y, aun así,
desdichado de ti, tú te acercas a la gente.
No entiendes que nadie te ayude,
que tan inhumanamente te abandonen a tu suerte.


El dolor hace presa en tu entrañas,
pero ellos se vuelven, no quieren verte,
sientes que todo se está ya acabando,
que, esa sangre, es la última que viertes.


En el último instante de tu vida,
con tristeza tu mirada diriges a ellos,
sabes que acaban de enterrar su futuro,
el futuro eras tú, que un día quisiste nacer perro.


Y perro callejero sin más naciste,
sin eso que los humanos llaman pedigrí,
eso que da derecho a tener un amo,
eso que da derecho dignamente a vivir.


La calle fue tu única amiga,
como único techo tuviste el cielo,
siempre buscando entre la basura
algo que poder comer en esos fríos inviernos.


Nunca pudiste jugar con nadie,
nadie jamás te acarició,
en su lugar sólo recibiste patadas,
del típico borracho que existen en cualquier lugar.


Mísero de ti, tú siempre confiando,
siempre dando otra última oportunidad,
intentando encontrar en el ser humano
cualquier leve indicio de humanidad.


Ya estás cansado de tanta lucha,
no puedes soportarlo más,
al cielo pides volver a ser quien eras,
y mostrarle al mundo tu cruel verdad.


Que poco a poco han ido lapidando su futuro,
que por fin llegó ya la hora de pagar,
que vas a cortar por lo sano
tan cruel, inútil, e innecesaria maldad.


Quizás puedas volver a nacer algún día
en otro lugar donde sí encuentres bondad,
pero ya no serás ese perro callejero
que la gente odiaba cuando veía pasar.



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Poesía - El León Del Circo


EL LEÓN DEL CIRCO

Naciste libre, poderoso y salvaje,
con gallardía solías caminar,
eras dueño y señor de la selva,
un fiero y orgulloso animal.

Matabas cuando el hambre te acechaba
Dabas muerte por pura necesidad
Tu techo siempre era el cielo
Tu hogar, cualquier sombra en cualquier lugar.

Pero otro era tu destino, amigo,
aunque nacieses para amar la libertad,
para matar o morir por ella,
porque tú más preciado don, te lo iban a quitar.

Nunca habías visto a un ser humano,
y un día en tu camino, él se tuvo que cruzar,
tu vida ese día explotó por los aires,
cuando un dardo se clavó en tu dignidad.

¡Despiertas y no sabes qué te ha pasado!
¡Antes nunca te habías sentido igual!
miras hacia arriba y ya no ves el cielo,
quieres irte...pero no te puedes escapar.

Con fiereza ruges desesperadamente,
con el enemigo empiezas a pelear
No lo entiendes...no se mueve...no sangra...no gime….
a esos barrotes no los puedes doblegar.

Pronto aprendes que ya no reinas,
que a ese enemigo nunca lo podrás matar
Resignado abandonas la pelea,
con tus garras destrozadas de arañar.

Poco queda ya de aquel rey de la selva,
que cuando rugía, la tierra detenía su girar
Hoy eres una mera atracción de circo,
viejo…. cansado…. y sin ganas de padecer más.

La esclavitud va dejando en ti sus secuelas,
cojeas...te tambaleas...apenas puedes caminar,
en un rincón esperas paciente a la muerte,
ésta, de ti se apiade, y  no se hace de rogar.

Tras su muerte por fin pudo volver a ser libre
Por fin recuperó su ansiada libertad,
y aunque su cuerpo encontraron allí sin vida,
su rostro era un remanso de paz

Ahora otra vez vuelve a correr por las praderas
De nuevo, en esa selva donde naciste estás
y ya ningún humano, ya ningún dardo,
podrá arrebatarte nunca, tu salvaje libertad.

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